martes, 25 de mayo de 2010

INDEFENSO

Estabas en un planeta, yo en otro
en el mismo universo.

Ninguno respiraba estrellas
sin embargo, aparecimos ahí
ahí donde la respiración se hace entrecortada
ahí donde el aire húmedo se vuelve transgresor.

Sentí que me golpeabas el alma
pidiéndome por favor, que te dejara pasar.

Y se me cayeron los escudos
y los alambres electrificados
y los muros de cemento
y los fosos con monstruos.

Cedí... inundado de calor.

Parecías mar
creciendo, entrando en mi río
mezclando aguas
mojando las riberas más altas
volviéndome humano otra vez.

Sentí tus labios y me perdí
y en ellos me caí con la sensación infinita
que produce
amarte así.

ChicoMalo
23-02-2009

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